martes, 4 de octubre de 2016

(Cáp. 02) La partida





Tenía la sensación de haberse recostado hacía apenas unos minutos, pero al escuchar un ruido en el exterior de su ventana entreabrió los ojos y notó una ligera claridad del amanecer colándose por la ventana
Murmuró con malestar, ni siquiera se había metido entre las mantas, no le costó trabajo calzarse las zapatillas y descorrer las cortinas un momento, allí afuera Sensei le dirigía una sonrisa y le hacía gestos de que se asomara afuera, Ian lo hizo sin dudarlo
-Espero que durmieras bien chico, ahora no hay tiempo que perder, te diría que salieras al frente pero me temo tu madre escuche la puerta, así que mejor salta
Ian lo miró con una verdadera cara de incredulidad, le pareció una buena broma, aunque aquel hombre rara vez las hacía, miró debajo de si, a unos dos metros y medio del pequeño balcón había un rosal que su madre cuidaba con esmero en el patio trasero.
-Si claro, espera que me cambio y salgo
-No hay tiempo Ian, se me pasaron las horas con el entrenamiento de Lissy, y de verdad no quiero que tu madre nos vea irnos, así que salta, no tengas miedo, yo te atraparé
Se echó a  reír por lo bajo, Sensei estaba en el medio del patio, no menos de seis o siete metros, pero el anciano no sonreía para nada, comprendió que Ian no lograba decidirse así que las opciones comenzaron a verse limitadas
-Al menos asoma tu cabeza por el balcón de nuevo
Ian esto le pareció menos absurdo, así que lo hizo, cual fuera su sorpresa al sentir que alguien le sujetaba del cerebro y le gritaba dentro de su propia cabeza una simple orden “salta”.
Y lo que es mucho peor, sus músculos obedecieron la orden sin dudarlo, se colgó de la barandilla y se arrojó al suelo… pero las sorpresas no habían terminado allí, a menos de una pulgada por sobre el rosal comenzó a levitar, y se deslizó un metro sobre el suelo hasta detenerse junto a Sensei, la extraña magia desapareció y cayó al suelo en un golpe amortiguado
-Pero que rayos… ¿Que demonios fue eso?
-Lo siento pero te demorabas demasiado – lo ayudó a ponerse de pie y de inmediato se dirigieron por el corredor a un lado de la casa para la calle que pasaba por enfrente, rumbo a la tienda - tu casa tiene algunas protecciones mágicas, no estamos muy seguros de su eficacia si el mago hubiera llegado a este mundo para atacarte, pero hicimos lo que pudimos para defenderte de la secta que lo sigue en la tierra al menos. Mis habilidades no pueden atravesar esa protección, por eso necesitaba que sacaras tu cabeza fuera del límite del escudo - El anciano se mostraba ligeramente risueño al explicar aquellas cosas como si hubiera estado esperando toda su vida para hacerlo - luego simplemente manipule superficialmente tu mente para hacerte saltar, un truco sencillo de levitación y… ya llegamos…
Ian estaba deseando hacer un montón de preguntas, pero dentro estaba Lissy y se quedó repentinamente sin habla, tenía un conjunto deportivo que le quedaba francamente muy bien, con el cabello recogido en una coleta, estaba de espaldas cuando profirió un bufido, Ian supo que sabía que él estaba allí y eso le desagradó por completo
A los pies de la muchacha dos voluminosas mochilas aguardaban, ella parecía estar ultimando los nudos que sujetaban a la más grande, a su lado un profundo suspiro le dejo entrever claramente que el anciano estaba al tanto de lo tirante de la situación, pero cuando Ian lo miró solo percibió un dejo de sonrisa en sus labios, se quedó junto a la puerta mientras él avanzaba e intercambiaba unas palabras en voz baja con su sobrina, la vio encogerse de hombros y le gustó imaginarla maldiciendo en otros idiomas como era frecuente en el Sensei
No pudo divertirse demasiado con esto, recordó de pronto lo que había pasado la noche anterior con esa chica, lo que no hacia ni 15 minutos había logrado hacer aquel hombre que siempre había admirado y considerado casi un padre para él. ¿Pero que diablos estaba pasando allí?
Primero la advertencia, luego el sueño extraño, la llegada de la niña que dispara rayos, luego Sensei era mago… De pronto todo se explicó fácilmente ¡ESTABA SOÑANDO!
Cuando Ian largó estrepitosamente a las carcajadas ambos voltearon a verlo, se reía de manera desquiciada, el pobre hombre lo miraba con su usual sonrisa medio borrada del rostro, pero la niña era el mismo demonio, sus ojos le parecieron intensamente azules, lo cual acabó de desconcertarlo, y tenían un verdadero brillo maléfico en ellos, la risa de Ian se fue apaciguando
-Esto no es un sueño, comprendo que te de algo de trabajo entenderlo todo – Sensei se había acercado y le palmeaba la espalda – “telepatía” – explicó como si fuera algo trascendental golpeándose la frente con el índice – Como decía, Todo lo que hemos estudiado sobre la antigüedad, los idiomas, todo esto que considerabas fantasía sobre magos y otras leyendas, bueno, quiero que sepas que todos esos cuentos de hadas son reales, provengo de una antigua dinastía de magos y hechiceros, estamos encargados de la protección del linaje del “Jinete del Dragón”, a la que perteneció tu madre y así sucesivas generaciones hacia el pasado. Guiados siempre por una profecía escrita hace unos cinco mil años, quizás antes…
-¿Pero como puedes hacer todas esas cosas?
-Manifestaciones de mi energía espiritual, conocimientos básicos. Todo ser humano puede hacerlo, la diferencia está en que si no practicas desde joven no desarrollas la habilidad suficiente, como levantar pesas, un hombre que se dedica a eso toda su vida podrá levantar mucho más peso que otro que nunca se a ejercitado en su vida, o alguien que estudie toda su vida podrá resolver un problema en su área mejor que otra persona que no tenga sus conocimientos, en la tierra estas proyecciones de nuestro poder interior lo llamamos magia
Los ojos de Ian no podían estar más abiertos, de pronto tantas pequeñas cosas comenzaban  tener sentido, nunca se había preocupado en pensar esas tonterías, pero cuatas veces Sensei parecía estar en dos lugares al mismo tiempo, sabía que era un experto en artes marciales pero eso no explicaba la fuerza sobrenatural que había demostrado en algunas oportunidades, incluso así tenía sentido como la gran tienda de antigüedades se mantenía siempre en orden y bastante limpia aunque nadie le ayudara con la tarea, salvo el mismo en alguna ocasión claro
-Lissy no solo será tu protectora, también tiene la misión de enseñarte todo lo que sepa y profundizar todo lo que yo te e enseñado
-¿También podré lanzar rayos y hacer levitar personas?
-Si todo sale bien podrás hacer muchas más cosas que esas. Yo solo soy un mago…
- Mi tío es el mejor mago de la tierra – puntualizó Lissy sin dejar de hacer sus cosas
- Bien como decía… solo soy un mago y jamás viajé a Draconia
-¿Draconia?
-Así llamamos al otro mundo a donde irás con Lissy, en la tierra la magia es muy limitada, solo existimos un grupo muy reducido de magos y hechiceros
- ¿No son lo mismo?
- Tío de verdad, este chico no puede ser el jinete, no tiene el menor conocimiento sobre la magia, ni Draconia, será un estorbo, tengo más posibilidades de encontrar el dragón yo sola, él solo será una carga todo el camino…
Ian bufó de tal manera que ni siquiera escuchó la reprimenda del anciano a la muchacha, esta vez eran sus ojos claros lo que la taladraban de lado a lado como si quisiera estrangularla allí mismo, con sus propias manos, no podía creer que aquella niña fuera tan vanidosa ¿Y que si podía lanzar rayos mágicos? Sensei había dicho que cualquiera podría hacerlo, él aprendería, y le demostraría que sería mejor que ella, este pensamiento le produjo una profunda felicidad…
- Ni lo sueñes – lo contrarió la niña, que Ian descubrió también podía leer sus pensamientos – soy considerada la única archimaga de toda a tierra, entreno desde los 3 años, aprendí a usar magia antes que a balbucear palabras y caminar…
-Si como no… debo temerle a la Archimaga, acabas de decir que Sensei es el archimago más poderoso del mundo
-En realidad Ian solo soy un mago, Lissy es la única archimaga que conozco
-¿Y cual es la diferencia?
El pobre hombre suspiró, como lo haría un catedrático explicándole que dos y dos son cuatro a  un genio que desconoce esa información porque acaba de darse un golpe en la cabeza y perdió la memoria
-No podría detenerme a explicar todos los detalles – sus ojos se apresuraron al reloj de muñeca y tras un suspiro resumió- lo mas notorio que diferencia a los magos de los hechiceros es que los primeros tienen un enorme poder que pueden usar a través de la canalización directa de su energía, es una energía muy poderosa y se canaliza muy rápidamente sin necesidad de mas intermediarios que uno mismo, lo malo es que produce un gran desgaste y la magia se agota rápidamente y necesitas descansar para reponerla. En cambio, un hechicero utiliza otros recursos mágicos, como conjuros, palabras que concentran poderes arcanos, amuletos, talismanes y similares, esto hace que su magia sea más débil por si misma pero menos explosiva, al mismo tiempo también les permite agotarse mucho menos que los magos y mantener sus hechizos durante periodos mas prolongados. Finalmente existen lo que se llaman archimagos, esto últimos son la combinación de los dos anteriores, un archimago puede usar tanto magia como hechizos, posee el poder de los primeros y la resistencia de los segundos, los convierte en personas realmente poderosas. Por supuesto, alcanzar una doctrina de archimago es algo realmente complicado –ante la cara de completa incredulidad de Ian explicó-como un atleta olímpico que sea rápido en carreras cortas tendrá dificultades en resistir una carrera larga, y uno que sea constante en grandes distancias le será muy difícil tener gran velocidad así sea en una carrera corta. Un archimago sería un súper hombre capaz de ser excelente en ambas cosas. Y Lissy lo es. Fue enseñada por los mejores magos y los mejores hechiceros que se conocen en la tierra… pero…
- Pero no se puede comparar a los que encontraremos en Draconia – interrumpió Lissy que parecía haber terminado y se había acercado a ellos – los magos y hechiceros de la tierra aprendieron de otros que a su vez lo hicieron antiguamente de un grupo que emigro de Draconia a la tierra para proteger la descendencia del jinete del dragón, que huyendo cobardemente de Draconia se escondió en este mundo. Las habilidades en la tierra muy difícilmente fueron mejoradas debido a las limitaciones humanas que prácticamente desconocen su poder espiritual. En cambio en Draconia durante estos milenios sus magos y hechiceros deben haber mejorado a tal modo su magia como aquí avanzamos de una simple rueda a un automóvil… o a un avión…
Un pequeño sonido salió de la muñeca del Sensei y todos se quedaron silenciosos, no era más que la alarma que el anciano había colocado para saber la hora justa a la que convenía partir, pero no dejó de sorprenderse como los dos muchachos
- Es la hora chicos, tomen sus cosas, Ian no trates de ser caballero, Sussi podrá más fácilmente que tú con la mochila grande, eso es – El chico no pudo evitar un leve gruñido – ahora vengan, Sussi ya había preparado esto anoche
Caminaron a la trastienda, en el piso aparecía un extraño dibujo con una circunferencia en el exterior, dentro distinguió lo que tanto podía ser un sol como una estrella, luego varios números, un dialecto que mezclaba latín con otras lenguas, varias figuras poco reconocibles y algunos colores diversos… Lissy se puso a uno de los lados y comenzó a murmurar un cántico extraño, Ian estuvo casi seguro que era Latín… recocía muchas palabras pero parecía ordenarlas de una forma que no era inteligibles o al menos no tenían mucho sentido, casi pega un brinco cuando escucho el susurro del Sensei a su lado
-Como te mencioné soy un mago, no un hechicero, Lissy en cambio es ambas cosas. Lo que ves en el suelo es parte del hechizo que está realizando y que claramente yo no podría. Pero en el momento de la transportación su energía mágica convendrá que no se agote, pues pueden necesitarla más adelante, así que usaremos mayormente la mía
-¿Y a donde nos llevará esta cosa?
-Será un lugar muy próximo a la perturbación energética que se desató la madrugada de tú cumpleaños, quizás a escasos kilómetros dependiendo la precisión de Lissy. Recorreremos la distancia a pie, activaremos la perturbación y de allí en más estarán solos, yo no podré ir con ustedes
-¿Por que no?
-No sobreviviría el viaje, tengo mas de doscientos años, si lo se, no parece que sean tantos, la magia tiene algunos efectos ventajosos – el anciano sonrió con total franqueza – pero a mi edad un viaje como el que realzarán, entre dos dimensiones, puede consumir mi magia a tal punto que me mate de inmediato. Además seré mucho más útil aquí cuidando de tu madre y explicándole lo que sucede…
-¿Y porque no debe saberlo hasta que nos hallamos ido?
-Tú madre sabe desde el día que naciste que eras el jinete del dragón, a diferencia de ti ella si leyó el Draco Santorum, yo fui su cuidador, y el de las últimas cuatro generaciones de tu linaje, soy el guardián del libro
-No dirás que solo existe uno ¿Porque no le hicieron copias?
-¿Crees no se ha intentado? Hace 5 mil años se intentó transcribir a mano, pero auque te parezca increíble, lo escrito y trascrito se vuelve ilegible, los dibujos y grabados se distorsionan hasta hacerse irreconocibles, en tiempos mas modernos intento fotografiarse, escanearse, digitalizarse y fue totalmente imposible. Alguna magia o conjuro creado por algún archimago arcano lo protege
-¿Eso no explica porqué mi madre no quería dejarme ir?
-Como mencioné, ella sabe que eras tú el encargado de viajar al otro mundo, tu destino te marcó desde el día que naciste, y por supuesto, tiene miedo de que esta aventura tenga un desenlace peligroso
-¿Peligroso?
-Esto no es un juego Ian, esta no es una historia donde los malos pierden y los buenos ganan, esto es como la vida real, como policías que son heridos y ladrones que salen libres, asesinos impunes y todas esas cosas, aquí es igual. Van a  ir a un mundo del que sabemos muy poco, solo tenemos algunos cuentos, algunas leyendas, el Draco Santorum es como nuestra Biblia. Sabemos que nacería un elegido marcado para viajar al otro mundo, su destino era encontrar el dragón, y ambos deberían enfrentar y destruir a un poderoso archimago maligno que habría de destruir Draconia y posteriormente la tierra. Sabemos que aquí en la tierra hay una secta del Archimago, suponemos que llegaron al mismo tiempo que nuestros predecesores y por eso nosotros debíamos proteger el linaje del jinete de los peligros de esta secta, aunque rara vez muestra su existencia, tememos lo hagan ahora si como nosotros percibieron la apertura entre las dos realidades
-¿Pero por que…?
-Por favor tío, es insoportable que haga tantas preguntas, si sigue haciéndolo tendré que matarlo yo misma
-Emm, bueno chico, ven metámonos aquí en el circulo, que Lissy esta impaciente por partir
Ian evitó darle la espalda a la muchacha, se mantuvo cerca del anciano y aguardó, cuando los tres estuvieron dentro, ligeramente cerca unos de otros, Lissy comenzó a murmurar varias palabras y Sensei las repetía una tras otras con impresionante exactitud, los dibujos del piso que habían brillado con una sutileza palpable se veían casi segadores, cuando de pronto, como un flash, una luz muy potente lo inundó todo, y cuando se calmó un viento frío agitó el pelo de Ian, sus pies se hundieron unos centímetros en la nieve, la habitación había desaparecido, a la distancia se notaban los picos de algunas montañas, detuvo sus observaciones al notar la mano del viejo a su lado apoyándose con mucha fuerza sobre su hombro, se veía terriblemente cansado…
-¿Está usted bien?
-Tranquilo, estoy perfectamente, no pensé que realizar este viaje entre los tres necesitara tanta energía, no con un hechizo tan poderoso de por medio – La cara del muchacho expresaba demasiada ignorancia así que mientras Lissy alcanzaba un camperon que había traído consigo para protegerse del frío aclaró algunas cosas- no es la primera vez que me transporto de un sitio a otro, requiere mucha energía, pero aun en grupos numerosos y en distancias enormes no suelo verme tan perturbado, supongo que la dificultad a sido transportar a Lissy, su magia es poderosa, y de la misma forma que es difícil arrastrar algo cuanto más peso tiene es más difícil transportar algo cuanta más magia posee… o quizás solamente me estoy haciendo viejo…
-¿Insinúa que ella es más poderosa que varios magos?
-Posiblemente más poderosa que una docena o quizás dos
Ian seguía temblando debajo del grueso chaquetón, quiso creer que se debía a la fría ventisca que se colaba por los huecos, pero no pudo dejar de pensar, en el fondo, que quizás se tratara por el miedo a viajar con una persona tan poderosa, y a la cual, era sabido, no le caía bien.
La muchacha de inmediato emprendió camino y el viejo e Ian la siguieron, Sensei apresuraba a explicar todos los detalles que le parecían importantes, repitiendo entre una cosa y otra que Lissy le daría todos los detalles, sin embargo el joven aun no creía que ella se mostrara muy dispuesta a enseñarle las cosas de la que el viejo hablaba…
Avanzaron lentamente, Ian no era de hacer demasiados ejercicios y si bien no era un total haragán aquella caminata se iba haciendo muy larga, Sensei no dejaba de hablar, como si fuera incansable, pero paso la primer hora y sus dedos se le entumecían dentro de los bolsillos, tropezó dos veces yéndose de nariz al suelo y ganándose varios bufidos de Lissy, la segunda hora fue aun peor, los dedos de los pies estaban entumecidos y tropezaba de manera casi constante, a mitad de la tercer hora Sensei supo que no era conveniente seguir, porque Ian había dado lo mejor de si, pero sucumbiría en cualquier instante, miró sobre si mismo la ladera por la que venía subiendo, en lo alto, sus ojos acostumbrados a la magia percibían con claridad la distorsión donde ambos mundos se tocaban ligeramente, por suerte, se movía lentamente hacia ellos, como buscándolos
-Hagamos un alto Lissy
-¿Porque parar ahora que estamos cerca? Una hora…quizás dos al paso de uno que yo se y habremos llegado
-Ian y yo estamos un poco cansados, necesitamos un respiro, y ya no tengo tu juventud y resistencia…
La cara del anciano mostraba cualquier cosa menos cansancio, aun si lo fingía lo hacía terriblemente mal, del mismo modo que Ian trataba de mostrarse en excelente estado y apenas era capaz de no llorar por el dolor intenso que sus pulmones provocaban de respirar aquel aire frío
Sensei apuntó sus manos a la nieve y brotaron unas llamas que producían un agradable calor, aunque la nieve no se derretía por su contacto ni mucho menos, los tres se agruparon alrededor y se calentaron un poco, Ian sonreía con una sinceridad efusiva.
-Me gustaría poder hacer eso
-Lissy te lo enseñará
-¿Que caso tendría tío que aprendiera a realizar trucos de niños?
-Será necesario que pueda defenderse por si mismo, aunque no debería suceder pueden separarse una vez allí, hechizos de orientación, fuego, agua... Son elementales para la supervivencia, a ti –añadió mirando el muchacho-te será difícil aprender estas cosas, lo mejor es enseñarlas mientras unos es niño y su mente esta abierta a lo imposible, para poder usar su energía interior debes poder creer en ella…
-¿Y podré hacer fuego de la nada?
-Te asombraría las cosas que podrás llegar a realizar por ti mismo, el uso y manejo de los elementos básicos como la tierra, el aire o el agua es lo más simple de aprender, gradualmente puedes aprender el autodominio y control de tu mente y cuerpo y posteriormente el de los demás. Cuando comienzas a combinar las cosas que ya sabes descubres tu propia magia, cada mago crea sus propias combinaciones y por tanto es poderoso en su propio terreno, así como cada hechicero logra con el tiempo desarrollar su propia variedad de conjuros. Pero todos parten de los mismos principios básicos. Es la razón por la que los archimagos son tan especiales, controlan las bases elementales de dos poderosas tradiciones mágicas, y logran una infinidad de combinaciones que le resultan imposibles a un mago o hechicero común
-Como los rayos azules
-No Ian – Río el anciano- eso es magia de principiantes, tu o yo podríamos hacerlo sin mayores dificultades, Las capacidades de Lissy van muchísimo más allá – ambos la miraron unos momentos, la chica parecía sumida en un trance, el viejo había sacado salchichas y las cocinaba al fuego con dos palos que Ian tampoco sabía de donde los había conseguido, tras unos minutos ambos comieron con voracidad, de pronto Lissy abrió los ojos de súbito
-Ellos están aquí

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